Daniel Kahneman, un experto en economía conductual, estaba dando un curso en una base de la fuerza aérea cuando uno de los instructores dijo: "Cuando alabo a un cadete que ha hecho una sobresaliente maniobra aérea, el siguiente lo hace peor. Cuando le grito a un cadete después de una mala maniobra, el que sigue generalmente lo hace mejor. Por lo tanto, el castigo es más efectivo que la recompensa". Este instructor estaba atribuyendo erróneamente causalidad a fluctuaciones aleatorias de los resultados. Bajo el enfoque de la regresión a la media, si una maniobra se realiza especialmente bien o especialmente mal, el resultado más probable en la siguiente observación simplemente se acerca más a la media.
El comportamiento del dólar en los últimos 2 años ha sido muy vertiginoso y pareciera por algún momento muy volátil y fuera de control del Banco Central que es el responsable de estabilizarlo en un valor de acuerdo a los objetivos de política económica.
El dólar llegó a $16 el 14 de septiembre de 2014 (como vemos en el siguiente gráfico), tras una jornada caliente en la City. Algunos especialistas opinaban que el dólar para diciembre del 2014 llegaría a $20 y otros incluso se animaron a pronosticar un dólar a $23 para la misma fecha. La situación era tensa y de incertidumbre, todo el mundo quería tener dólares pero cada vez que aumentaba paradójicamente nadie lo podía comprar, hasta que el dólar empezó a estabilizarse en torno a un valor.
Para ese entonces el dólar estaba completamente fuera de sí, conjuntamente con la caída libre de reservas internacionales. Parecía que íbamos a quedarnos sin reservas, porque sencillamente, la demanda de dólares era superior a la oferta, y si no hay dólares disponibles en el mercado, el que los tiene que reponer es el Banco Central acudiendo a sus reservas internacionales.
En este contexto, el tipo de cambio deequilibrio debería ser ese valor al cual se tiende naturalmente a mediano y largo plazo, a partir de la ley de la oferta y demanda de divisas. Y cuando el precio del dólar es tan alto por ejemplo $16 la demanda cae naturalmente y se estabiliza porque nadie está dispuesto a pagar un precio tan alto.
Si sacamos el promedio entre los valores extremos de la serie nos da un dólar a $12. En todos los casos cuando el valor del dólar se aleja de $12 en más de un 20% siempre la tendencia fue a regresar al promedio. Podemos pensar entonces que ante un shock negativo en la economía por ejemplo como lo que fue el fallo adverso de los fondos buitres, el dólar “sobre-reacciona” y permanece inestable en el corto plazo, pero a medida que pasa el tiempo comienza a estabilizarse hacia el promedio general.
Históricamente en la Argentina el dólar tuvo tendencia alcista y creciente con ciclos muy pronunciados como se vio en 1975, 1989, 2001 y 2014. Pero, la evidencia empírica demuestra que el dólar no puede dispararse y tomar valores atípicos. El dólar siempre se movió dentro de ciertos límites alrededor de la media, y en el largo plazo se consolidó en torno al promedio, y esta paranoia de que el dólar no tiene techo no tiene sustento científico ni histórico que lo apoye.
En todas las mediciones el dólar siempre vuelve a su promedio cuando éste toma valores extremos. Entonces es de esperar que en las próximas elecciones con el cambio de Presidente, el dólar se desborde, pero a los pocos meses volverá a su valor de equilibrio de largo plazo. Como en el ejemplo de los pilotos de avión cuando hacen una buena maniobra, la siguiente es peor y viceversa. El dólar si toma valores extremos es de esperar que regrese a la mediocridad como estos pilotos de aviones, su rendimiento siempre estará condicionado en torno a su promedio general.
Lic. Federico Villagra
Asesor de Ventas – Economista
Carlés Terrenos