Además de analizar el mercado de propiedades, tasar, y comercializar; generar contactos es un objetivo primordial dentro de las funciones de una inmobiliaria. Armar una red de contactos permanente y dinámica permitirá estar conectados con personas que quieran ofrecer sus inmuebles o comprar propiedades.
Un asesor inmobiliario profesional desarrolla una relación en el tiempo con las personas que contacta. Cotidianamente nos movemos en un medio de influencias, la cual está conformada por todas aquellas personas que uno conoce y puede proporcionarnos nuevos negocios. Las relaciones personales tienen un plus, dado que en el “cara a cara” las personas desarrollan otro tipo de vínculos más humanos por el conocimiento personal y por ende más productivos.
¿Cómo se generan esos contactos?
A través de un trabajo profesional que inspire en las personas sentimientos de confianza, credibilidad y efectividad. Estos sentimientos se deben desarrollar y cultivar de forma sostenida en cada parte del proceso tanto para quienes buscan vender como para quienes buscan comprar.
Contar con una gran red de contactos dispuestos en una base de datos funcional y actualizada permite multiplicar las posibilidades de concreción y cierre de negocios de forma rápida, sencilla y ahorrando tiempos de espera. Así, a través de una base de datos organizada, el asesor inmobiliario podrá chequear quienes son los clientes pre -calificados que buscan comprar en diferentes áreas, como también en un abrir y cerrar de ojos contar con la información de propiedades en distintas áreas de la ciudad, para asesorar a los potenciales compradores y ayudarlos a escoger aquellas propiedades que más se ajusten a sus necesidades.
Cumplir con las expectativas de quienes depositaron su confianza y encontrarles la solución a quienes necesitan resolver sus problemas de vivienda, es la ecuación perfecta para quienes se dedican a atender esta actividad.
Luciana Beyer De Carlés
Gerente de Marketing y Comunicación
Grupo Carlés