Suele ocurrir que el propietario cree que, abriendo el abanico o ampliando su radio de acción, tendrá mayores y mejores opciones o más probabilidades de concreción de venta. Sin embargo no sucede lo mismo con profesionales de otros rubros. Por ejemplo a nadie se le ocurre encomendar el tratamiento de una única caries a 3 o 4 odontólogos simultáneamente.
En el rubro inmobiliario la exclusividad, es “mutuamente conveniente”, por múltiples razones.
Cuando un propietario otorga una autorización exclusiva obliga a quien la recibe a utilizar todas las herramientas a su alcance para una comercialización exitosa. Es un instrumento indispensable para la correcta comercialización de un inmueble. Es un acuerdo entre el propietario y la empresa inmobiliaria. A través del cual se le imprime al ofrecimiento de venta en un marco de resguardo y seguridad que sin él no resulta posible.
Es importante que el propietario sienta que nosotros como empresa lo tratamos en forma “exclusiva”, tanto por la calidad como por la cantidad de servicios.
Ofrecer un inmueble de forma exclusiva implica otorgarle financiamiento para que pueda ser adquirido por un comprador de forma más accesible. Brindar asesoramiento legal, promocionar el inmueble en el mercado a través de buena cartelería, publicidad en medios locales, sitio web, redes sociales, etc.
A veces cuando varias inmobiliarias intervienen en el proceso pueden ocurrir algunos descuidos: comienzan a aparecer distintos valores de precio; variaciones en la modalidad de plazos y estado en que se entregará la propiedad, lo que terminan afectando negativamente muchas veces la posibilidad efectiva de cierre de venta.
Por ello, este trabajo debe hacerse en forma conjunta y de manera comprometida entre ambas partes. Para el propietario implica mostrar su propiedad de forma ordenada y limpia, puesto que una primera impresión para el futuro comprador es fundamental en la toma de la decisión de compra.
Al depositar la confianza en una sola inmobiliaria, se podrá garantizar prolijidad, seriedad y transparencia en el ofrecimiento, manejo de la información y conducción de las negociaciones.
Todos los recursos deben ser puestos al servicio de los propietarios para darle las más altas posibilidades de éxito en el menor tiempo posible.
Lic. Luciana Beyer De Carlés
Gerente de Comunicación y Marketing
Grupo Carlés