Aunque es difícil determinar el precio de un terreno por las peculiaridades de cada uno en cuanto a tamaño, situación y distribución, existen algunos métodos que nos permiten conocer con bastante exactitud cuánto se debe pagar o cobrar por un lote determinado, asegurando que se concrete un buen negocio.
Desde ya que uno de los elementos más importante es la ubicación dentro de la ciudad, pero hay un elemento que hace que el factor ubicación, sea de mayor o menor importancia: la zonificación urbana.
Según la zonificación del inmueble podemos saber qué tipo de usos están permitidos en el área (comercial, residencial, industrial, etc...), y esto mismo nos aporta un dato fundamental que es la capacidad o potencialidad de construir que posee un terreno.
Según la capacidad edificable que posea la parcela se calcula el valor de la misma en el mercado.
Para lotes urbanos lo más certero es buscar inmuebles similares, que hayan sido vendidos recientemente. Si no son exactamente iguales, puede calcularse el precio por metro cuadrado y aplicarlo al lote cuyo precio se quiere establecer, aunque no pueden ser demasiado distintos en tamaño, pues el terreno cuanta más extensión tenga puede costar menos por metro cuadrado.
Asimismo, es fundamental que el uso permitido para dicho terreno sea el mismo que el de los inmuebles que se vayan a comparar. No cuesta lo mismo un lote donde solo se permite construir una vivienda residencial que otro donde puede construirse un edificio de varios pisos. En cada barrio o zona, las normativas municipales regulan la posibilidad de construir en altura o no, y limitan la cantidad de metros edificables hacia arriba. Las zonas donde no se permite edificar en altura son las que mantienen valores accesibles para construir una vivienda familiar.
Luciana Beyer De Carlés
Depto. Comunicación y Marketing
Carlés Inversiones