Lógicamente semejante exactitud es difícil de lograr, si fuera fácil seríamos todos virtuosos cuando en realidad en el mundo de la economía no se busca la virtud, sino el “más para mí” y por consiguiente “menos para el otro”…
El justo medio: ni regalar lo que tanto esfuerzo nos costó conseguir, ni pedir el doble o más de lo que realmente es el valor de una cosa…. En este caso de un inmueble… que es lo que me preocupa en mi día a día…
Es necesario partir desde el principio correcto ¿queremos realmente vender el inmueble?, si es así, poner un precio exagerado solamente nos llevará a una interminable espera o a creer que algún incauto que no tiene idea de precios, alegremente nos entregará el doble de lo que realmente vale el inmueble… buena suerte en conseguir a dicho incauto….
Tampoco puedo aconsejar a un propietario que tanto esfuerzo le costó comprar su inmueble que acepte venderlo a un precio por debajo del valor real...
En mi experiencia personal para buscar un precio equilibrado o justo, debemos despojarnos de dos clases de “subjetividad/emotividad”.
A la primera llamo “subjetividad/emotividad pura” y es la que no permite al propietario ver la realidad del inmueble. Es el caso en que el propietario construyó la casa prácticamente “con sus propias manos” o “donde han crecido sus hijos o formado su familia”, esta carga emocional es muy fuerte y distorsiona la posibilidad de encontrar “el justo medio o valor justo”…
A la segunda “subjetividad/emotividad” la llamo “subjetividad/emotividad buscada” es cuando el propietario sabe lo que realmente vale el inmueble y aún así procura “salvarse” con la venta de su propiedad colocándola en el mercado por encima de su valor real. Esta “subjetividad/emotividad buscada” también se encuentra en el comprador cuando busca pagar por una propiedad la mitad de su valor o un precio muy por debajo de real para conseguir en un solo negocio “el negocio de su vida”.
Ambas subjetividades/emotividades (la “pura” o la “buscada”) nublan nuestra vista y distorsionan la realidad…. Pensemos seriamente “¿queremos vender el inmueble?”… ¿No nos gusta que nos mientan pidiendo por un inmueble lo que no vale?.... ¿Hacemos algo para cambiar esta realidad? O nos nublan nuestras “subjetividades/emotividades”…
Está en nosotros pensarlo y hacer nuestro aporte para que las transacciones inmobiliarias no sean una auténtica “batalla campal” donde hay vencedores y vencidos…. Simplemente estamos comprando y/o vendiendo inmueble nada más y nada menos tampoco…
Gustavo Beyer De Carlés
Abogado
Gerente – Carlés Casas & Terrenos