En tiempos difíciles de economía inflacionaria y turbulenta las posibilidades muchas veces se disipan, y por temor a lo que pueda pasar, los sueños muchas veces se postergan. En la actualidad, disponer de una suma considerable de dinero al contado para transformarse en propietario ocurre sólo en casos bastante particulares y no suele abarcar al común de la gente.

Sin embargo, no debemos tener una mirada sumamente pesimista y sí debemos permitirnos explorar otras formas de  acercarnos a lograr nuestros objetivos. 

Según la enciclopedia web, Wikipedia: “Financiares el acto de dotar de dinero y de crédito a una empresa, organización o individuo, es decir, conseguir recursos y medios de pago para destinarlos a la adquisición de bienes y servicios, necesarios para el desarrollo de las correspondientes actividades económicas. “

Según el libro Fundamentos de las Finanzas Corporativas de Myers y Brealey;  “Las finanzas incluyen una dimisión temporal y la utilización de recursos económicos para encontrar fondos para responder a las necesidades a corto plazo. Las personas necesitan transportar el dinero en el tiempo, si tiene dinero lo ahorra y si no tiene dinero puede tomar prestado hoy para lograr sus objetivos y devolverlo en pagos futuros.”

Buscar un tipo de financiamiento que se adapte a las diferentes necesidades, pudiendo financiar una casa o un terreno, brindándole la facilidad de ser dueños a personas que por diversas razones no podrían acceder a la vivienda es clave para el desarrollo de una comunidad. 

En principio es fundamental conocer con la debida anticipación, los valores de las cuotas y los gastos de cierre y saber que se disponen de los recursos necesarios para pagar el crédito.

Ahora bien, también es importante que sepa que el tiempo y las tasas de interés son clave en una inversión. Ambas definen el costo del dinero, es decir, un crédito podemos pagarlo en 6, 12, 24 y hasta 36 meses. No obstante, mientras más años paguemos intereses, más costoso será,  pero también es cierto, que las propiedades se revalorizan al ritmo de un 30 ó 40% anual, con lo cual podríamos decir que cuando terminemos de pagar el crédito, es el precio que verdaderamente valdrá  la propiedad en ese momento. Por tanto,  el beneficio será pagar en cuotas un inmueble que en un par de años por efecto de inflación o por desarrollo urbano incrementará inevitablemente su valor.

Sin duda vale la pena ir despacio pero seguro, el hecho que se pueda acceder a un crédito mayor porque me alcanza para pagarlo si me dan más tiempo no significa que esté haciendo bien las cosas o que esto realmente convenga. Salvo que sea por problemas de flujo, es decir algo pasó y no puede pagar montos mayores, es razonable acceder a plazos más largos o una reprogramación, pero haga los esfuerzos para realizar pagos a capital para disminuir el saldo de los mismos y disminuir el pago de intereses.

Comprar su inmueble propio es una gran inversión que presenta ventajas económicas específicas, entre las que se incluyen la acumulación de patrimonio y el potencial de revalorización. También es un plan de ahorro automático, ¡algo imposible de lograr cuando tiene que alquilar!

Recuerde buscar asesoramiento profesional que facilite y guie su proceso de compra. Un agente especializado ha realizado infinidades de negocios inmobiliarios, conoce los mecanismos y hasta los más mínimos detalles para hacer de su compra una verdadera  adquisición y superación.  

 

 

Lic. Luciana Beyer De Carlés

Depto de Marketing y Comunicación

Carlés Inversiones & Consultoría

inversiones@carles.com.ar