Las políticas de vivienda siempre estuvieron limitadas por deficientes recursos presupuestales, ya sea porque los diferentes gobiernos han estado abocados al pago de la deuda externa, o han tenido limitaciones en la obtención de créditos internacionales, o el fantasma de la inflación se mostraba siempre amenazante. Todo ello, afectaba directamente al poder adquisitivo de las familias para el financiamiento o el ahorro y determinaron un escenario difícil y complejo para alcanzar el sueño de la casa propia.
En el Siglo XX, el Estado comenzó a tener un rol activo a partir de la década del 40´ cuando mediante el Banco Hipotecario Nacional, se comenzó a financiar a los sectores de recursos medios y bajos; créditos a largo plazo para vivienda y la construcción de barrios sociales. Durante las décadas de los 70´ y 80´ con el nacimiento del FONAVI; el Estado impulsó la construcción de viviendas financiadas por el mencionado Banco Hipotecario Nacional. Al llegar la convertibilidad en los 90´, estos programas fueron impulsados mediante una mayor participación privada, arribando a la privatización del mismo. Sufriendo también el FONAVI cambios en sus sistemas recaudatorios. Después de la crisis del 2001 todos los programas pasaron a ser administrados por el Ministerio de Desarrollo Social y la Subsecretaria de Vivienda. Más allá de los sistemas aplicados en nuestra economía; y a través de las distintas crisis atravesadas; podemos concluir que el déficit habitacional no ha encontrado un camino certero para arribar a una solución.
En la actualidad, nace una nueva propuesta a partir del Estado, generando un nuevo horizonte en cuanto a compensar la premura de la casa propia. En tal marco nace el programa PROCREAR: un programa de crédito con fondos del Anses y administrado por el Banco Hipotecario cuyo nuevo objetivo es el de satisfacer las necesidades habitacionales contemplando las condiciones socioeconómicas de las clases más necesitadas. Dicho programa, tiene un carácter fortalecedor de la economía ya que busca impulsar la generación de empleo en la construcción e incentivar la industria y el consumo. Si mencionamos algunas de las consecuencias del efecto multiplicador: la venta del cemento creció un 19% y los permisos para obras un 22% sólo en la provincia de Misiones.
Las líneas del crédito son muy beneficiosas y hasta ahora nunca habían sido aplicadas en nuestro mercado como ser:
-Créditos para construcción para beneficiarios con terreno; y sin terreno.
-Créditos para compra de terreno y construcción de viviendas y
-Créditos para compra de vivienda en construcción a estrenar.
Las tasas de los mismos son bajas y en el caso de la categoría 1, la hipoteca no se aplica. Con una propuesta baja en cuanto a requisitos para el acceso al crédito; gran parte de la población puede acceder a los mismos. Si bien existe una multiplicidad de beneficios; la inflación actual está siendo la principal problemática para los beneficiarios, ya que los precios de los inmuebles y de los materiales de construcción se encuentran en alza. Por lo que es clave tener una estrategia una vez iniciado el camino en esta línea de créditos.
El mercado inmobiliario de Posadas presenta un desfasaje en cuanto a sus índices de precios y los presupuestos destinados para la compra de terrenos en la línea Procrear. Ya que los montos acreditados para la adquisición, sólo permiten acceder a lotes que en muchos casos se encuentran en lejanías del centro urbano o en zonas un tanto desfavorables. Esto se debe a que la ciudad ha sufrido estos últimos años un proceso de urbanización acelerado motivado por las obras de la costanera e infraestructura vial que ha generado una escalada de precios aun no estabilizada. Por lo que en el caso de Posadas, la línea Procrear representa una solución parcial.
Podemos concluir que la coyuntura económica nos ofrece hoy, a pesar de las dificultades de nuestro sistema; herramientas que permiten acceder al sueño de la vivienda propia en los distintos estratos socioeconómicos. Un anhelo preciado para el pueblo argentino que junto con la educación y el trabajo, podrá dar origen a la familia. La célula fundamental de una sociedad en desarrollo.
Fernando José Barboza
Ing. Comercial – Asesor de Ventas
Carlés Casas & Terrenos