Fundado en 1956, el Club de París es un grupo de 19 países reunidos como acreedores, y conocido así debido ya que la base de sus operaciones se encuentra justamente en la capital francesa. Desde su creación el Club de París ya ha efectuado más de 408 acuerdos con 86 países deudores.
Esos países que la conforman como miembros permanentes son: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Suecia, Suiza y el Reino Unido. La Argentina, mientras tanto, forma parte del grupo de países asociados, entre los que se encuentran: Abu Dhabi, Brasil, Corea del Sur, Israel, Kuwait, México, Marruecos, Nueva Zelanda, Portugal, Sudáfrica, Trinidad y Tobago y Turquía.
A pesar de que los países miembros suelen reunirse entre diez y once veces por año, no constituye en sí un organismo oficial de crédito, sino que es un grupo informal que trata caso por caso y toma las decisiones únicamente por consenso en materia de deuda de los países. Y en cuanto a la relación con Argentina, hoy las negociaciones con el organismo intentan destrabar una deuda de USD 9.500 millones entre capital e intereses.
A lo largo de los últimos años, a pesar de varios intentos de acercamiento entre las partes, incluyendo un pedido de Cristina Fernández en 2008 de pagar al Club de París con reservas, lo cual quedó sin efecto debido a la crisis global, las trabas en las negociaciones persisten aún hoy principalmente porque el Club de París se niega por estatuto a una quita de la deuda, además de no aceptar las formas de pago en los plazos propuestos por la Argentina. Adicionalmente, los 2 países con mayor tenencia de la deuda argentina, Alemania y Japón, insisten en que el Fondo Monetario Internacional forme parte de la negociación, a lo cual el país se niega rotundamente debido a que dicha intervención sería abrirle la chance al FMI a revisar las cuentas públicas, lo cual podría revelar una realidad de la economía argentina distinta a la que se publica oficialmente, sobre todo luego de 7 años de intervención del Indec. El FMI realiza esta auditoría técnica en todas las economías de los países socios y la Argentina no lo autoriza desde hace ocho años, por lo que sin dudas será un duro punto en la mesa de negociación.
No obstante lo mencionado, y con las negociaciones ya oficialmente previstas para que arranquen el próximo 28 de Mayo, hay optimismo en que finalmente se logre un acuerdo que permita saldar una deuda que no solo ha obstaculizado a empresas en la Argentina a acceder a créditos internacionales especialmente para financiar exportaciones, sino que es la última que le queda por resolver al país para salir definitivamente del default del 2001 y que sin dudas le asestaría un duro golpe al riesgo país argentino, haciéndolo descender de forma tal que esa baja en la prima de riesgo le permita acceder a los mercados internacionales a tasas mucho más razonables que las actuales, algo fundamental para sostener la infraestructura de crecimiento, incrementar el nivel de reservas internacionales y mantener a resguardo el precio del dólar.
Lic. Alejandro Rodríguez
Ejecutivo de Inversiones
Carles Inversiones