Toda vez que me visita un inversionista en busca de asesoramiento profesional para invertir en forma óptima sus ahorros, y conversamos acerca de sus objetivos a mediano y largo plazo, el monto disponible a invertir y conozco su perfil de aversión al riesgo, noto que la mayoría de ellos son propensos a inclinarse hacia un tipo de producto en particular y a muchos les cuesta quebrar esa barrera psicológica que les impide expandir las posibilidades de inversión e inclusive darle cobertura propia a su inversión, algo no menor.
Por supuesto que mucho de eso tiene que ver con que el inversor se sienta cómodo con los productos que se le ofrecen, pero existe una palabra clave que no debe faltar en el manual del inversor y se trata de la diversificación, término que se define más fácilmente como el de poner los huevos (el ahorro) en distintas canastas. Si bien nada ni nadie nos garantiza que diversificando evitemos por completo futuras perdidas, si es cierto que cuanto mayor y más óptima sea la misma, podremos lograr que la rentabilidad promedio de mis activos se sitúe por encima de mi objetivo base.
Lo ideal es arrancar dividiendo el capital, al menos en 2 o 3 partes, y buscar por un lado una rentabilidad segura en un tiempo determinado, es decir una inversión conservadora, y por otro lado, probar con otras opciones donde la rentabilidad sea mayor aunque su riesgo también. Así, no solo aprenderemos sobre productos diferentes a los clásicos sino que al estar en el día a día de la inversión en lugar de esperar a la fecha de vencimiento, vuelve hasta más entretenida la inversión de mis ahorros. Ahora, es importante aclarar que de ninguna manera estoy queriendo sesgar como una mala inversión la que se define como conservadora. Hasta los inversores más sofisticados, estudiosos, conocedores de los mercados y que operan en las bolsas mundiales siempre incluyen en sus portafolios productos conservadores, otros intermedios y algunos bien agresivos que hasta pueden hacerle perder parte de su capital. Afortunadamente para mí (y sobre todo para mis inversores) no dispongo de productos para ofrecer en los cuales exista ese riesgo de perder el capital, por lo que el inversor puede buscar la diversificación únicamente para ganar más, aunque puede suceder que en otro ámbito la diversificación limite las pérdidas de productos que ofrecen mucha rentabilidad y riesgo a la vez.
En resumen, lo que trato de explicar con esta breve nota es la importancia de no quedarse con un solo tipo de inversión en su portafolio, colocando allí todos los excedentes de ahorro que uno posea, sino visitar a su asesor, conocer la mayor cantidad de productos disponibles en el mercado y diversificar su ahorro de la mejor forma posible. Es clave entender que de esa forma diversificamos no solo el riesgo sino también la rentabilidad, y lo que no nos hace ganar un activo, lo puede compensar otro con mayor ganancia.
Lic. Alejandro Rodríguez
Ejecutivo de Inversiones