Más allá de la sorpresa que causaron los resultados del domingo 25 de octubre y que postergó la definición a ballotage un mes más, el escenario 2016 quedó teñido de incertidumbre. Sin embargo, para cualquiera de los dos 2 candidatos la herencia en materia económica después de 12 años de kirchnerismo no será nada de sencilla ya que hay problemas a resolver en forma urgente y otros tantos que hace tiempo están con luces amarillas. Si bien es cierto que el tipo de cambio, el cepo, la inflación y los holdouts aparecen como los temas más complicados a resolver, el déficit fiscal, comercial y las reservas también requieren atención.
· Tipo de Cambio, Inflación y Superávit Comercial
Durante el gobierno de Néstor Kirchner el tipo de cambio alrededor de $3 fue alto y competitivo fomentando las exportaciones. Esto permitió que el superávit comercial creciera a un ritmo fenomenal ayudado también por el alto precio de los commodities. Sin embargo, la inflación por encima del 25% y que el año pasado tocó picos de 40%, no solo nos puso entre los países con mayor inflación del mundo, sino que revaluó el peso en términos reales y fue erosionando la competitividad de las economías regionales por los altos costos internos. Al mismo tiempo los países de la región, especialmente aquellos a quienes les vendemos, comenzaron a devaluar sus monedas. Este combo nos volvió muy caros para el mundo al mismo tiempo que provocó un importante aumento en las importaciones. Y así, el superávit comercial de hoy es igual o menor al 2001 a pesar de que el tipo de cambio esta casi $7 más que en aquel entonces. El desafío será encontrar un nuevo tipo de cambio de equilibrio que reactive las exportaciones pero evitando que una suba provoque un descalabro en precios y salarios. Resulta difícil imaginar que sin un acuerdo real entre todos los sectores de la economía esto pueda ser abordado en forma efectiva.
· Cepo Cambiario y Reservas Internacionales
La misma semana que Cristina era reelecta con el 54%, se instauraron fuertes restricciones a la demanda de dólares a fin de evitar una mayor sangría de reservas, que en 10 meses se había llevado USD 5MM. El cepo fue en ese entonces la alternativa a una devaluación. Pero la estrategia no resultó ni cerca y las reservas continuaron cayendo aun a mayor velocidad que previo al cepo hasta los números que vemos hoy, aun cuando en toda la región las reservas subieron. Al prohibir la compra para atesoramiento se crearon varios tipos de cambio (ladrillo, turista, bolsa, etc.) pero sobre todo un mercado paralelo del dólar que se convirtió en referencia y se situó un 70% por encima de la cotización oficial. Además se frenaron las inversiones bruscamente, no solo por la prohibición a empresas extranjeras de girar dividendos, sino porque las restricciones para pagar importaciones generaron un efecto inmediato y negativo en las exportaciones por la dificultad de ingresar bienes de capital o materia prima que posteriormente se venden afuera. El gran desafío será generar un shock de confianza tal, no solo para poder desarmar este entramado que dinamice la economía, sino sobre todo para que la demanda reprimida de dólares que actualmente existe no se lleve puesta las pocas reservas que hay hoy en el Banco Central.
· Déficit Fiscal y Emisión Monetaria
En 2002 el Gasto Público rondaba los $77MM y hoy es 30 veces más grande, o sea $2,3Billones. Se compone mayormente por $900MM de salarios públicos y $250MM en subsidios económicos. Si la recaudación de impuestos ronda los $1,9Billones, el déficit termina siendo de $400MM. Esta situación fiscal es delicada, no sólo porque el financiamiento vía Emisión Monetaria ha llevado la Inflación al 40% como en 2014 sino que ya no hay margen para subir impuestos que cubran ese déficit, sin que ello implique un costo social y político. Aunque sin dudas una reforma impositiva es fundamental para bajar la presión fiscal y para que cualquier medida popular de rebaja ya sea en Ganancias o IVA no provoque un desfinanciamiento mayor, el verdadero y titánico desafío, será como reducir un gasto público que incluye hoy a 17 millones de argentinos que cobran algún plan, haber o subsidio de la ANSES y 3,7 millones de empleados públicos.
· HOLDOUTS e Inversiones
Nos guste o no, la novela con los fondos buitres es un caso que ya tiene sentencia e ignorarlo es agudizar el problema. En todo caso habrá que tomar recaudos en el futuro para evitar que se repita lo sucedido. Pero tanto Macri como Scioli saben bien que para atraer la inversión extranjera directa y lograr financiamiento al mismo costo al que hoy están accediendo casi todos los países de la región, es necesario llegar a un acuerdo de la forma más beneficiosa y menos dolorosa para el país, pero rápido. De lograrlo, también bajaría considerablemente el riesgo país lo cual permitiría tomar deuda barata a muchos años vista, pensando no solamente en el corto plazo y en como reforzar las reservas ante una eventual salida del cepo, sino también para invertir fuertemente en energía e infraestructura enfocada estratégicamente en potenciar entre otras cosas, tanto el Comercio Exterior como Vaca Muerta.
Lic. Alejandro Rodríguez
Ejecutivo de Inversiones & Tesorería
Carles Inversiones