2014
El mismo había arrancado con grandes cambios en el gabinete, tanto en jefatura, hacienda y BCRA, a fin de hacerle frente a una economía golpeada que venía perdiendo reservas a un nivel insostenible. Y así fue como el gobierno dio un fuerte giro de timón en ese primer bimestre. Si bien la inflación, no tuvo un plan concreto para atacarla en forma definitiva, salvo el programa precios cuidados, si se tomaron por otro lado varias medidas de peso. Por un lado la tasa de interés subió a niveles por encima del 25%, lo que permitió al BCRA colocar rápidamente sus LEBACs y absorber pesos sin demanda que de otra forma presionaban sobre el dólar blue. Y por otro lado, el dólar oficial se devaluó casi un 23%, lo cual si bien termino pegando sobre la inflación, con un precio más alto los exportadores se vieron tentados a liquidar, y ese ingreso le dio un respiro a la economía.
En el frente externo, y con la balanza comercial flaca, el objetivo estaba claro, ingresar a los mercados internacionales en busca de dólares baratos en un mundo súper líquido. Y para ello como puntapié inicial se lanzó el nuevo IPC, que exigía el FMI. Por otro lado se decidió cerrar en forma más eficaz que eficiente, los conflictos más duros del CIADI, la indemnización a REPSOL por YPF y la renegociación de la deuda en default con el Club de Paris. Sin embargo, el duro revés de junio con la Corte Suprema de USA obligando al país a pagarles el 100% de la deuda a los Fondos Buitres y con la cláusula RUFO en plena vigencia, le impidió al gobierno lograr su gran objetivo. El país, que si bien sabía que tarde o temprano el juicio ya estaba perdido, apostaba a ganar tiempo y cruzar el umbral del 2014 que tumbe la RUFO. Pero quedó acorralado con un vencimiento de deuda sólo 14 días más tarde y que no iba a poder realizar a pesar de su solvencia.
Así, con muchos datos de 2014 aun sin cerrarse, a esta altura ya sabemos que todos los componentes de la actividad se han visto golpeados, incluyendo el consumo. La inversión sigue estancada y en “stand by” hasta 2016, y el superávit comercial ha caído al nivel más bajo desde 2001. Así, el PBI cerrara entre 0% y -1% confirmando un año recesivo y poniendo a 2014 como uno de los peores en términos macroeconómicos desde 2002. El dólar blue llego a tocar los $16 en septiembre hasta que Vanoli, con su ingreso al BCRA, puso un fuerte control sobre las cuevas, y su cotización cayó casi un 25% aunque para fin de año se reacomodo en $14. Y las reservas, que tuvieron su piso en marzo (USD 26,7MM), cerraron el año arriba de los USD 31,4MM, en gran medida gracias al acuerdo de swap con el Banco Central de China.
2015
La gran incertidumbre, y al mismo tiempo un gran desafío para el gobierno, será una vez más el manejo sobre el Gasto Público y el nivel de Déficit Fiscal con el que se esté dispuesto a convivir. Como todo año eleccionario, será el estado el principal protagonista y quien pondrá mucho dinero en la calle tanto en subsidios como en obra pública en todo el país. Los servicios sociales representarán casi el 60% del total de los gastos corrientes y de capital proyectado, y esa política fiscal expansiva y de estímulo que conlleva un periodo electoral, no ayudará a que emisión e inflación, puedan atenuarse a pesar de que la recesión operara en fuerte contrapeso a una suba generalizada de precios.
En cuanto al mercado laboral la incertidumbre asoma por el cambio de gobierno. 6 de cada 10 empresarios espera que el número total de empleados se mantenga igual que en 2014, 2 de esos 10 argumentan que contrataran personal y los otros 2, que disminuirán su plantilla en 2015. Un capítulo aparte serán las negociaciones paritarias que comenzaran en febrero, donde el 50% de incremento que plantean algunos sectores del frente gremial parece lejano al 20% que pretende Kicillof.
En materia política, a diferencia de otros años los ciudadanos se muestran muy interesados en el proceso de recambio que se dará a partir del 10 de diciembre. Será sin dudas un año de cambio de mando profundo, por lo que significa la salida de los Kirchner del sillón presidencial. Hoy podemos decir que el próximo presidente saldrá de Macri, Massa o Scioli, a pesar de que UNEN, el cuarto espacio político, todavía no tiene candidato firme, lo que hace incierto su nivel de protagonismo en octubre.
El 2014 cerró un año complejo. Con todas las variables en rojo, el arrastre que deja para 2015 no es alentador y será difícil evitar otro año de recesión y déficit. En la misma línea, Inflación, nivel de actividad, empleo y deuda desvelan a cualquier analista que hoy intenta proyectar un escenario de cara a un periodo electoral en el que todo puede cambiar. Pero sin dudas la clave para este año será conseguir un mayor ingreso de dólares y esto está vinculado a una resolución en el juicio con los holdouts, que permita acceder al financiamiento internacional y a un costo razonable. Además, la balanza comercial no aportara lo suficiente por lo que sin acuerdo, toda financiación futura será imprimiendo pesos, y 2015 será un año de fuertes vencimientos de deuda poniendo a las reservas nuevamente en la mira. Así, ese combo, pondrá una fuerte presión sobre el tipo de cambio que al gobierno le costara mucho poder sostener.
Para finalizar, párrafo aparte merece la situación del pasado 18 de Enero. Tras la muerte de Alberto Nisman, la economía argentina se verá aún más condicionada. Si bien las tensiones que habitaban el microcosmos político económico ya estaban ahí mucho antes de la muerte del fiscal, el desgaste en la opinión pública y lo apremiante del entorno, no harán más que inyectarle algo de intensidad a la problemática socio económica existente.
Lic. Alejandro Rodríguez
Ejecutivo de Inversiones
Carles Inversiones
(Nota publicada el Domingo 08 de Febrero en los diarios El Territorio y Primera Edición)